No voy a negarte, que no pensé en ti como una salida, porque hasta tú sabes,lo que pienso de quienes actúan de esa manera.
Sólo se que te convertiste en el viento que ayer quise ser, en la voz que no pudo ser escuchada, en el grito desesperado que se despojaba de posturas, para suplicar que él quisiera quedarse, no conmigo, no con ella... porque aunque me dolía recordárselo, había pasado mucho tiempo desde que se había marchado.
Simplemente quería verlo continuar, correr o ir despacio, llorando o riendo, escribiendo, dibujando, con mis letras y sus partituras, sin mis letras ni sus ataduras, con sus sentimientos y con sus historias, incluso y aunque doloroso, con un pasado que le impedía ver el futuro. Con ese pasado que no era más que el preludio de tiempos mejores, que las lágrimas rebedes le impedían ver.
Tú conseguiste todo eso, y así te convertiste en razón, aunque no es tu nombre, y si no deba llamarte así, eso eres. Lo eres para mí, para él, y por supuesto para ella. Él y yo lo sabemos, no lo comentamos, pero lo sentimos.
Ahora es tu turno para dejarte acunar con historias, con notas ordenadas, con nanas y con soul, con piano y tambores, rosas y arenas. Ahora eres la musa, el motivo de las letras, la canción, la sonrisa, y hasta la cometa guiada por las manos y el amor. El amor que tambien eres tú, y que multiplica tu presencia.
Definitivamente, no puedo llamarte razón, porque eres Ahora.
PD. La entrada anterior corresponde a "HOY".