martes, 28 de julio de 2009

Páginas Matinales I. Salir de casa

“Vienna propone en su blog un ejercicio que me pareció simpatiquísimo: por una semana, cada mañana, escribir 3 páginas de lo que sea. Como sea. Luego de la semana, detectar un tema recurrente, inventar unos personajes y escribir una historia"

Momento Coño, es lunes.

Lunes, cinco y media de la mañana. Después de una breve lucha, logro salir del enredo formado por sabanas, mantas y edredones. Sobre el tiempo como siempre. Pasos desanimados hacia la ducha, parada a medio camino, asegurarme de que efectivamente es lunes.

Momento reflexión gel

Agua templada. Repaso mental del desayuno y la ropa. Pregunta y decisión recursiva: ¿Por qué tengo que usar un gel para cada parte del cuerpo? A partir de mañana usaré sólo uno.

Siguiente parada la cocina. Darme cuenta que otra vez olvidé dejar la cafetera lista. Enmiendo mi error. Invierto apenas segundos.

Momento Estoy abusando del café en la oficina.

Recuerdo que ya no me quedan bolsitas de té en la oficina. Tomo algunos empaques de los cajones: Verde con durazno, frutas del bosque, frutas tropicales, rojo, negro. Casi olvido las últimas adquisiciones: Rosa Mosqueta, anticelulítico con no_se_que, que aún no he probado, pero que compré por curiosidad, y porque tengo una conducta rara cuando voy de compras.

Momento ¿Será que hoy tampoco me da tiempo de desayunar?

Siguiente parada, habitación. Me doy cuenta que invertí demasiado tiempo en la selección de las infusiones. Sólo tomaré café con leche, cereal con leche sólo. El café debe estar a punto.

Momento ¡Que piel tan linda tengo!

Se repite la historia del gel. Esta vez la protagonista es la crema corporal. He empezado a agradecer a mi piel su suavidad; intento prolongar su belleza a punta de químicos, y muchas promesas en sus etiquetas. Mami siempre ha dicho que es genética, pero que no me olvide de cuidarla. Humectantes, reafirmantes (para varias zonas ), que ya no tengo 19 (ni 21).

Momento ropa interior. Lo más sencillo de elegir:

¿Alguna vez dije que guardo cada conjunto de ropa intima dentro de una bolsita con zipper, y luego las pongo en los cajones?

¿y que cuando tengo MUCHO tiempo, en lugar de la bolsita utilizó un listón de raso para atar ambas piezas?

Es un poco latoso, pero simplifica mucho la tarea de vestirse contra reloj, en las mañanas.

Quienes han tenido oportunidad de verlo, dicen que es muy extraño (debe ser un matiz de loca).Mi psiquiatra dice que es normal. Es una manera de compensar el resto de mi desorden.


Momento antiarrugas.

Protector solar, FPS TODO, para la cara, crema humectante. Maquillaje básico.

¿Tampoco dije que prácticamente no me maquillo, y que siempre me costó horrores ponerme el delineador de ojos?

Es verdad. Nunca lo uso. Con tantas prisas es conveniente que mi look consista en base, polvos, mascara de pestañas, toque de iluminador en los párpados. ¿Los labios? Hoy con gloss.

Momento ropa.

Pantalón, blusa en su lugar. Perfectos. Zapatos también. No son los elegidos anoche. Tampoco son los más cómodos. Hoy estos me gustan más.

Momento ¡Que desayuno más rico! (fin de la ironia)

Café con leche. Cereal con leche. Come rápido, come rápido, come rápido, Mira la hora, mira la hora.

Momento cepillado y perfume.

Sin mucho que decir.


Momento Vamos a ver que olvido hoy.


Claro, soleado. Demasiado para la hora que es. Apenas las seis y media de la mañana. No se me queda nada. Cartera, agenda(no se que hace esto en mi casa), identidad, cheques, tarjetas, dinero, teléfono. Llaves. Bolsa con infusiones previamente seleccionadas, ropa y zapatos de gimnasio.

Regreso a hacer una pequeña revisión a las carpetas.
Carpeta1 con documento1, documento2 y documento3.
Carpeta2 con requisitos1, requisitos2, recibos de pagos.
Carpeta3 con documentos_listos.
Todo bien.

Regreso por segunda vez. Olvidé la identificación de la empresa.

Momento Voy tarde.

Quincuagésimo segundo vistazo al reloj, en los últimos diez minutos. Los colegios están de vacaciones. Hay menos tráfico. No hay colas. Creo que después de todo llegaré a tiempo.

Momento Llegué a tiempo, pero tengo que salir.

Voy a comunicarle a A(mi jefe), que son las siete, y cuenta conmigo hasta las diez.

PD. Escrito en la mañana.

domingo, 26 de julio de 2009

No entiendo, pero me molesta.

- Amor, no es mi culpa, sino del alelo 334.

- ¡Ay cielo! entiendo. Genéticamente eres infiel, y no es que ya no te gusto,ni sentías curiosidad. Menos porque una de veinte te haría sentir más joven, y una de cincuenta te haría sentir increíblemente maduro.... o porque ya me dejaste de querer.

-No, amor. Lo dicen los especialistas, es cosa de genes.

-Ah ¿como mi sobrepeso?

-No, lo tuyo no...





Una de las cosas que me parece más estúpida es afirmar, sin ningún tipo de reservas, que un hombre es infiel a su pareja porque con ella no consigue lo mismo que en la calle. Cuando muchos (o todos) sabemos que ese "ser infiel", forma parte de la conducta de muchas personas. Que hay quien tenga lo que tenga, no puede dejar de flirtear y tener sexo fuera, sea eventual o estable.

No sé bien si lo que me molesta es la aseveración por sí sola, o el hecho de que generalmente viene acompañada (de manera implícita o explícita) de argumentos como: ella no atiende al fulano lo suficiente, siempre está cansada, ha ganado unos kilos...seguramente no practican sexo como debe ser (no sé como dicta la regla)...en fin, que tal vez sea verdad, pueda que no, pero me jode bastante oírlo.

Tal vez es por la manera tan pueril como se pueden resumir las causas de una ruptura, ajena eso si; porqué casi ninguno (o al menos yo) va a oír a alguien decir, en pleno despecho_plus (con lágrimas incluidas), algo como: "me fue infiel, porque la verdad que apenas si teníamos sexo" o "es que ya yo no le proporcionaba ningún tipo de satisfacción a la pobre chica".

Me fastidia escucharlo, y no entiendo muy bien la causa, si sólo soy espectador.

miércoles, 22 de julio de 2009

K.O...o ¿Cómo lo digo?



...Porque es dificil describir como es una cara de ponchado.
Porque no se como expresar lo que se siente cuando eres la crema del café, y la torpeza de un tercero, derrama el contenido de la taza.
Porque el exceso de confianza es malo, pero la inseguridad también.

Porque un "por qué" no me sabe a nada, si no lo grito seguido de un coño.
Porque no quiero creer que el remedio es peor que la enfermedad.
Porque me gustaría saber dónde se mete mi ángel, si no se percató de esto, o si está ocupado solucionando esta situación.

Porque quiero pensar que todo va a salir bien.
Porque tengo la esperanza que así será.
Porque espero que así sea.
Porque no me queda de otra.
Porque no se que (coño) voy a hacer si no.


Mejor pienso que si, que esto es sólo el camino para acelerar el final feliz.

sábado, 18 de julio de 2009

Operación Invierno Caliente

Desde hace tres semanas, mi vida no ha sido la misma, y no me preocupa. Llámese ocio, pereza, apatía o mis ya patológicas pocas ganas de salir, más ahora que aqui, no para de llover. "Es que empezó el invierno", decía mi abuela (:(), aunque aqui no tengamos cuatro estaciones.

Y por esto de las estaciones, y que aqui hay un calor a veces(MUCHAS) insoportable todo el año, que siempre invita a playa, piscina, escote. A mi particularmente, me entran ganas de salir coriendo desnuda. Por esto (por lo de las estaciones) lógicamente aqui no existe Operación Verano, sino operación carnaval, semana santa, agosto-septiembre, y cuanto lunes o viernes feriado tenga el calendario, y permita hacer de un sábado y domingo común, un ansiado "finde largo".

Este año, de estos "findes", sólo nos quedan dos. Uno es el próximo, y el otro el del 12 de Octubre. Yo que no tengo vacaciones, sino hasta enero de 2010, lo lógico es que intente disfrutarlos, pero ya comenté lo de las ganas y la lluvia.

El caso que ya me está inquietando mucho, es que de un tiempo para acá, entre semanas paso muchas horas en internet. Leo cualquier cosa, y salto de una a otra, sin mucho control del tiempo.

Tampoco me parecería tan malo, porque creo que son rachas, pero esta misma conducta, una vez ayudó a hacer de mi un "monstruo rechaza invitaciones", que llegó a pensar (aunque no seriamente) en el "teleputo".



También sirvió para que una parte muy querida de mi anatomía conociera sus primeros gramos adicionales, que aunque en principio le sentaban fenomenales(es que cuando uno ama, todo lo ve lindo), no puedo negar que después la situación se puso un tanto delicada, y muy preocupante. Y claro, con mis treinta y tantos, no puedo repetir errores y seguir abusando, porque ahora costará más, bajar un gramo.

En fin, que hace unos días para variar un poco, mi Operación se llama Invierno Caliente, pero que nada tiene que ver con guerras, y menos con bikinis y sol, sino con ocio, vacaciones, vestidos,retos, piel, músculos, relax, placer, y una próxima y anhelada dieta hipercalórica, que pienso disfrutar sin ningún tipo de miramientos ni arrepentimientos.

Aún falta mucho, pero a mi me parece muy placentero, saborear y tragar lentamente.

domingo, 12 de julio de 2009

Ese No Saber, tan tonto.


Hay temas de los que cuesta hablar.

Hay problemas que cuesta encarar, y hay posibles verdades que preferimos no saber, no enfrentar, o sencillamente no tener que oirlas, porque sabemos que existe el riesgo de que algo no esté bien, que todo esté mal, y que por mucho que luchemos las cosas no volverían a ser igual.

En esos casos soy cobarde, y mucho, y no es sólo a lo que signifique, sino a lo dificil que me puede resultar llevar mi duelo por dentro, resguardar la clandestinidad de los sentimientos que me acompañaran mientras el inconveniente, la noticia, el mal trago, y para ser más dramática, dure el camino hacia el final.

Llevaba unos meses retardando una "diligencia", una vuelta que debia hacer por los pasillos de una clínica. Una visita a esos pasillos con su caracteristico olor, y con mi patológica impaciencia. Debía hacerlo, pero no quería, y aunque reconozco que una parte se debía al miedo, la otra estaba basada en no ver interrumpidos unos planes inmediatos, para los cuales suponía no iba a tener cabeza, ni ganas.

...Y cuando ls cambios psicológicos me hacian creer que todos hablaban de lo mismo, decidí "pedir una señal", que consistía en que si en veinticuatro horas, cualquier persona hacía (sin venir a cuento) mención de la parte de mi anatomía que me preocupaba, yo tendria esa semana para hacerme todos los análisis, pruebas, ecos, que se hicieran necesarios....Y así fue, recibí la anhelada señal, proveniente de un texto del blog que llamo "La Santa Biblia de las relaciones". Cumplí con mi parte del trato, y sí, todo ha ido muy bien, y nunca me ha hecho tanta ilusión la palabra "Normal".



Ahora si, sigo con mis planes, mientras no me canso de pensar en lo tonto que es preferir no saber...Y para perder un poquito de miedo a la escenografía de los quirófanos, voy a retomar mis sesiones de hidrolipoclasia.