Nunca han sido tus gestos ni tu presencia lo que se apodera del lugar. Es que siempre el lugar ha sido tuyo.
No son tus historias las que me embriagan, es mi necesidad de saborearlas frase a frase, hasta extasiarme con vivencias que me envuelven.
No es tu mirada la que proteje mi cuerpo, ni la necesidad de creer que deseas observarme. Es el morbo que me produce jugar al personaje que inventaste.
No es mi ansiedad la que alimentas con llamarme, es la odiosa probabilidad de contestarte.
Tus besos no me obligan a pensarte, pero me hacen reincidir en ese vicio tan placentero que es esperarte.
No es que no puedas encontrame en los rincones, sino mi imprudente afán de extrañarte.
8 comentarios:
sencíllamente precioso....como su dueña.
Mil besos
Autómata
Yo que siempre he dicho que esperar es desesperante, tal y como lo cuentas parece sencillamente delicioso hacerlo.
Autómata,
Sencillamente Gracias :)
Amy,
Es que parece que en esperar, está e puntito ;)
Un beso
"Si tu no estás aquí no se, que diablos hago..."
Gracias
La amargura de la espera se endulza con el jarabe de la incertidumbre. ¿O tal vez era el sirope de la esperanza? ;)
Anómimo,
A ti por venir?
Adúlter,
La dulce espera, acompañada con el morbo de la incertidumbre.
Un beso
Pues yo, como Amy, siempre he pensado que esperar es desesperante pero, claro, visto como tú lo planteas... varía la cosa :)
Besos
Eso es lo mas placentero extrañar a algien juntos con su besos, suena a pacion...
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