Muchas de las personas que apenas me conocen (me refiero a los No Amigos, ni Conocidos de Toda la Vida), se atreven a decir que yo soy del tipo: Mujer Dura; esto tiene que ver sin duda a lo cruda que puedo llegar a ser cuando se trata de dar la opinión respecto a la conducta amorosa de muchas mujeres (las que estamos presente, Elvira incluida), porque si bien es cierto, que (más por aburrimiento que por verdadero interés), a veces me da por observar la conducta de algunas de las personas que normalmente lo rodean. Creo que una vez hable de eso….
En fin, que una de las cosas que nunca he entendido, es la manía de las mujeres de decir desde la primera vez que un tipo las trata bien, que las hace sentir bien, o quizás tenga un detallito, o alguna actitud que le desprenda una exclamación de sorpresa o excitación (el origen y la intensidad de algunos orgasmos, clasifican aquí) es razón suficiente para expresar a viva voz, y con cara de “mírame_la_cara_de_dulce_virgen-enamorada”, el trilladísimo: “Filomeno, está súper enamorado de mi”, hasta el cansancio o hasta que el tal Filomeno cambie por Pedro, Manuel, Jorge, o quien quiera que se atreva a decirle cuatro cosas bonitas, o como dice Titina, “cualquiera que le hable en chiquito”
Y antes de que se piense necesito ver a alguien colgándose del techo por mí, anunciando su amor por la tele local, o comprándome algo obscenamente caro, además por supuesto, de todas las demostraciones afectivas del tipo “quiero estar contigo el resto de mi vida, tener media docena de hijos contigo”, para que se cruce por mi mente la posibilidad de afirmar, que el caballero (requisito mínimo de sistema) está ligeramente enamorado de mi, voy a afirmar rotundamente que NO, que no es el caso, que simplemente se trata de que yo, quizás por tener cierto éxito con el sexo opuesto, y frecuentemente ser objeto de muchos actitudes realmente tiernas, románticas, apasionadas, cariñosas y afines (aquí vale pensar lo que quieran), me cuesta entender, como usualmente se confunden las simples ganas de pasarlo bien, con amor del más puro, inmaculado y verdadero, de ese “que todo lo vence y todo lo enfrenta”, como para algunas (y algunos, vale) puede ser sinónimos, cosas tan diferentes como “Dos polvos de escándalo y muchas ganas de repetir” y “Esta tan enamorado de mi, que quiere que nos veamos de nuevo”.
Toda esta retahíla de palabras, y uso poco adecuado de los signos de puntuación se debe a que hoy, además de callarme cuando me acusaron de poco sensible por dar mi más sincera opinión respecto al tema tratado, me tuve que aguantar las ganas de explicarle que en todo caso, si su teoría de amor es cierta, “El enamorado” no sólo lo está de ella, sino de aquella, de la otra, de la de al lado, y de la embarazada de la oficina de enfrente…y lo que es peor, se ha atrevido a empezar a "enamorarse de mi", y decírmelo.