viernes, 25 de enero de 2008

EL PAJARO EN LA LA RAMA

A mi me gusta bastante hablar, hablo mucho, en cualquier situación, en cualquier parte, y mucho en la cama. En este último caso, de casi cualquier cosa, y digo esto porque es poco probable que mientras algún hombre est� acariciando mi cuerpo, de manera, húmeda, caliente, delicada o hambrienta, yo saque el tema de la extinción de cualquier especie, y menos voy a proponer elegir nueva decoración para el dormitorio...bueno en todo caso, podría sugerir la compra de un gran espejo para mirarme (y mirarnos) en aquellas posiciones, donde se dificulta ver la cara del "contrario" pero eso es otra historia, así que no me disperso y regreso a lo de "darle a la lengua", para hablar.

Decía que me gusta mucho hablar en la cama, practicar las llamadas charlas de cama, (que no necesariamente charlas post coito). Bien, en una de esas conversaciones con un amigo muy especial, de quien dije una vez, no sólo había aprendido muchas cosas en materia de sexo, sino que también me enseñó ser más sociable, más comunicativa (este sería el punto que le costó menos), nuestra conversión se centró en las relaciones de pareja, y lo diferentes que podían ser las perspectivas y las expectativas de cada uno de los miembros de la misma.


Hablamos acerca de como la timidez te puede cortar, las inseguridades, la influencia externa, puede afectar a una relación, de como ir demasiado rápido puede hacer igual dañoo, y lo más importante como uno de los dos, puede ver más de lo que hay, mientras que el otro, puede ver mucho menos, porque sencillamente espera menos. En ese punto, Richard tomó el lápiz y el papel, donde minutos antes me había estado haciendo un croquis, para facilitarme la búsqueda de un lugar comercial, y escribió con letra corrida: "el pájaro en la la rama", me indicó que lo observara por cinco segundos. Hecho esto, dio vuelta al papel y me pidió que apuntara lo que había leído.

Inmediatamente, y pensando en la tontería que estaba haciendo, plasmé un segur�simo "el pájaro en la rama". Él se quedó mirándome y dijo:

-Ves, vemos sólo lo que deseamos ver, algunos vemos más, otros vemos menos.

-Claro, tu seguramente habr�as sido m�s detallista no?

-No nena, antes ni siquiera vi la rama, ahora mismo, puedo ver las dos "la" y hasta tres.

Nunca más hablamos de la la rama, pero si que en muchas ocasiones he visto incluso muchas ramas y centenares de pájaros en el mismo texto, y quizás "el contrario" sólo ha visto el papel en blanco, y si, muchas veces soy yo, quien no ve ni la rama, aunque la otra persona se esfuerce en dibujarla, y hasta ponerle nubecitas de colores.

PD. ya hablaremos del origen del pájaro y la rama.

Actualización: Aguar, por ahi va la PD...por ahi.


(Jueves, 7 Septiembre 2006)

No hay comentarios: